Hoy se marca un hito en el desarrollo energético de la región con la firma de un acuerdo entre las altas partes de Argentina y Paraguay que permitirá el reinicio de las obras de maquinización del brazo Aña Cuá, un proyecto estratégico de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) para incrementar en un 10% la generación de energía de la central hidroeléctrica.
Según fuentes oficiales, este convenio garantiza los recursos financieros necesarios para culminar la obra, saldar compromisos pendientes y realizar las inversiones requeridas para el futuro de la represa.
El proyecto, que había sido paralizado desde diciembre de 2023 debido a ajustes fiscales impulsados por el gobierno argentino, se encontraba detenido hasta al menos enero de 2025, según declaraciones previas del ingeniero Carlos Yorg, gerente paraguayo de la obra. Sin embargo, recientes negociaciones entre los presidentes Javier Milei y Santiago Peña han desbloqueado el financiamiento, asegurando la reactivación de las actividades en el segundo semestre de este año.
UN PROYECTO DE ALTO IMPACTO
La obra de Aña Cuá, iniciada en 2020 con una inversión estimada de 329 millones de dólares, contempla la instalación de tres turbinas tipo Kaplan de 90 MW cada una, lo que sumará una capacidad instalada total de 270 MW. Este desarrollo aprovechará el caudal ecológico de 1.500 m³/s que actualmente se libera por el vertedero, transformándolo en energía limpia sin generar inundaciones adicionales ni impactos sociales significativos.
A pesar de los retrasos, el cronograma actualizado proyecta que la primera unidad generadora entrará en servicio en el segundo semestre de 2027, seguida por la segunda a fines de ese año y la tercera a principios de 2028. La finalización total de la obra está prevista para abril o mayo de 2028, siempre que no se presenten nuevas postergaciones.
IMPACTO ECONÓMICO Y SOCIAL
La paralización de la obra en 2023 tuvo un fuerte impacto en la región, especialmente en Ituzaingó (Argentina) y Ayolas (Paraguay), donde se reportaron cerca de 350 despidos. La reactivación no solo permitirá la reincorporación de trabajadores, sino que generará aproximadamente 3.000 empleos directos e indirectos, dinamizando las economías locales. Además, el proyecto incluye tareas preparatorias como la limpieza de armaduras expuestas, la reactivación de plantas de hormigón y trituración, y la revisión de encofrados, lo que impulsará la actividad en el sector de la construcción.
COMPROMISO AMBIENTAL
El diseño de Aña Cuá destaca por su bajo impacto ambiental. La obra no requiere nuevas áreas inundadas y mantiene el caudal ecológico acordado por ambos países. Además, incorpora un innovador sistema de transferencia de peces para preservar la fauna íctica, asegurando la sostenibilidad del ecosistema del río Paraná.
UN FUTURO ENERGÉTICO MÁS ROBUSTO
El director paraguayo de la EBY, Benítez Cuevas, subrayó el compromiso de ambos gobiernos para cumplir con el cronograma establecido, destacando que la tarifa acordada recientemente proporcionará previsibilidad financiera. “Este acuerdo es un paso hacia la reparación histórica de Yacyretá y el fortalecimiento de su rol como pilar energético de la región”, afirmó.
Con la firma de este convenio, la obra de Aña Cuá se posiciona como un proyecto clave para el desarrollo sostenible de Argentina y Paraguay, consolidando a Yacyretá como la principal proveedora de energía hidroeléctrica del país y un modelo de cooperación binacional.