Reforma del IVA: Tensiones y Desafíos entre Nación y Provincias
El Gobierno impulsa una reforma del IVA que divide el impuesto entre Nación (9%) y provincias, generando tensiones con gobernadores por su impacto fiscal y la falta de diálogo, en un contexto de incertidumbre económica y política.

El Gobierno nacional, liderado por el presidente Javier Milei, ha anunciado una ambiciosa reforma tributaria que busca reconfigurar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), uno de los pilares del sistema impositivo argentino. La propuesta, confirmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, plantea dividir el IVA en dos partes: una alícuota base del 9% que recaudará la Nación y una porción adicional que cada provincia determinará según sus necesidades fiscales. Este cambio, que aún debe pasar por el Congreso, ha generado expectativas, críticas y un fuerte debate sobre su impacto en las provincias y la economía nacional.

UN "SUPER IVA" PARA FOMENTAR LA COMPETENCIA FISCAL

La reforma propone que el actual 21% del IVA se divida, dejando un 9% en manos del fisco nacional, correspondiente al 42% de la coparticipación primaria, mientras que las provincias decidirán cuánto añadir según sus estructuras de gasto. Esta iniciativa, inspirada en experiencias como la de Brasil y un ensayo en Córdoba, busca reemplazar impuestos provinciales como Ingresos Brutos y tasas municipales por un único tributo, apodado “Súper IVA”. Según Caputo, el objetivo es generar “competencia fiscal” entre las provincias, incentivándolas a reducir alícuotas para atraer inversiones y dinamizar sus economías.

El economista Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), estima que, de trasladarse los Ingresos Brutos al IVA, la alícuota total podría alcanzar hasta un 32% en algunas jurisdicciones, lo que plantea interrogantes sobre el impacto en los consumidores y la inflación. Sin embargo, desde el Gobierno aseguran que la competencia entre provincias moderará las alícuotas, beneficiando a todos los actores económicos.

LAS PROVINCIAS, ENTRE EL MALESTAR Y LA INCERTIDUMBRE

La propuesta ha generado reacciones dispares entre los gobernadores, muchos de los cuales ven con preocupación los cambios en un contexto de tensiones fiscales. La reforma coincide con otra medida reciente que modifica los anticipos del Impuesto a las Ganancias y las retenciones del IVA en operaciones aduaneras, reduciendo temporalmente los fondos coparticipables hasta fin de año. Esta decisión, que impactará en junio, ha caído mal en las provincias, especialmente porque coincide con la planificación de los aguinaldos de los empleados públicos.

En una provincia patagónica, fuentes cercanas al gobierno local expresaron estar “realmente preocupados” y evalúan acciones legales contra la Nación por la falta de aviso previo. “Esto les sirve para mejorar el humor social cerca de las elecciones, pero nos deja en una situación complicada”, señaló el entorno de un gobernador del Litoral.

Mañana, en Paraná, un grupo de mandatarios, incluyendo a Axel Kicillof (Buenos Aires), Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Raúl Jalil (Catamarca) y Sergio Ziliotto (La Pampa), se reunirá en un evento organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para discutir la reforma. Los gobernadores buscan claridad sobre cómo se implementará el “Súper IVA” y cómo afectará sus finanzas, especialmente en un contexto donde la reactivación de la obra pública nacional sigue siendo una demanda urgente.

DESAFÍOS Y CRÍTICAS A LA REFORMA

Si bien el Gobierno defiende que la reforma no altera sustancialmente la coparticipación, las provincias argumentan que la falta de diálogo y la implementación abrupta de medidas fiscales generan inestabilidad. “Nos cansamos de pedir las mismas cosas y que siempre quede en la nada”, expresó un gobernador, reflejando la frustración de varios mandatarios.

Además, la propuesta enfrenta obstáculos legislativos. Caputo adelantó que el proyecto será enviado al Congreso “cuando los tiempos políticos lo permitan”, posiblemente después de las elecciones legislativas, lo que sugiere una estrategia cautelosa ante un escenario político fragmentado.

Por otro lado, la eliminación del impuesto al cheque, prevista para fin de año, y la creación de un portal tributario unificado son medidas complementarias que buscan simplificar el sistema impositivo. Sin embargo, la Nación carece de potestad para obligar a las provincias a reducir Ingresos Brutos, lo que podría limitar el alcance de la reforma.

UN FUTURO INCIERTO

La reforma del IVA propuesta por el Gobierno representa un intento audaz de transformar la relación tributaria entre la Nación y las provincias, promoviendo una competencia fiscal que, según sus defensores, impulsará la eficiencia y la inversión. Sin embargo, el malestar de los gobernadores, la incertidumbre sobre su impacto en los consumidores y la necesidad de aprobación legislativa plantean desafíos significativos.

Mientras las provincias se preparan para debatir y negociar, el éxito de esta reforma dependerá de la capacidad del Gobierno para construir consensos y garantizar que los beneficios prometidos se traduzcan en mejoras concretas para la economía nacional y las arcas provinciales. Por ahora, el “Súper IVA” es tanto una oportunidad como un motivo de tensión en el complejo tablero fiscal argentino.

Fuentes: Infobae, El Sol, El Diario 24, La Gaceta, posts en X

Scroll to Top